Hoy te escribo a ti por algo sencillo, es un día duro para los dos y que mejor momento que hacerlo ahora, aunque quizás nunca lo llegues a leer...
Hace mucho tiempo que quería decirte todas estas cosas pero probablemente un estúpido sentimiento le impide a dos amigos demostrar su afecto con palabras. De cualquier manera sabemos lo que cada uno siente por el otro sin que medien las palabras. Aunque nos conocemos desde hace 10 años no ha sido hasta hace unos meses cuando hemos empezado a relacionarnos más. Tu sabes que no eres sólo mi amigo, eres especial. Siempre has estado aquí para mi, escuchándome, aconsejándome, cuidándome aunque estés lejos, regañándome cuando es necesario, y sobre todo… queriéndome.
Supiste día a día ganarte mi confianza, hacerte compañero de los sinsabores, compinche de las alegrías. En un mundo de indiferencia y envidia, hemos logrado juntos edificar nuestros momentos perfectos, momentos en el que podemos ser nosotros mismos y descansar en la confianza y la comprensión. A pesar de las turbulencias en nuestra relación hemos terminado volviendo a estar juntos como siempre por el gran cariño que nos tenemos. Siempre podemos encontrar un momento en el que juntarnos a hablar y buscar la manera de sacarle al otro una sonrisa.
De ti he aprendido muchas cosas, he pasado grandes momentos, muchas risas, y aunque no estés cerquita se que algún día nos vamos a ver, porque es lo que más deseo, poder verte un día, poder recibir ese abrazo que tanto ansiamos, y darme cuenta que así como somos aquí, así podemos ser en verdad.
Tuve momentos de franca desesperación en los que tu mano salvadora llegó justo a tiempo, o en los que tus palabras de aliento sirvieron para que no cayera. Hoy, mirando hacia atrás, casi lloro con nostalgia y a la misma vez con admiración por toda tu dedicación hacia mi. Yo por el contrario, siento no poder darte todo cuanto mereces. No sé cuánta gente podrá decir esto de otra persona, ojalá que muchas, pero lo que en realidad siento es que no existen demasiadas personas como tú en este planeta y agradezco a Dios que te haya puesto en mi camino.
Espero que si cambias, sea con plena convicción y siempre para tu bien, aunque sabes que tienes al menos mi aceptación y apoyo... no te dejes vencer por los sufrimientos...
Te quiero y quiero que seas muy feliz porque lo mereces, si deseas que comparta no solo esa felicidad contigo, sino todos los instantes de tu vida; aquí estoy y aquí estaré siempre. Tú lo sabes...
No me despido, pues aquí estaré a tu lado cosita...
Sinceramente: Tu amiga.
637DaM
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